*** Prefiere las cámaras de rollo, porque las digitales “no tienen la misma calidad”
Edgar de Jesús/API
Tecpan de Galeana, Gro. 14 de Diciembre del 2017.- A doña Mica no le importa que le digan tradicionalista. Es fotógrafa y hace su trabajo con cámaras de rollo, porque así la calidad de imagen es mejor, según dice.
Desde muy pequeña se inició en la fotografía, primero, revelando imágenes. El trabajo se lo inculcó su padre que hoy, tras 44 años en el oficio, con orgullo asegura que fue uno de los pioneros de la fotografía de Tecpan de Galeana.
Desde la edad de 24 años y con la experiencia suficiente para realizar los trabajos en eventos sociales; 15 años, bodas, confirmaciones, bautizos, entre otros, es como Micaela García Vargas se gana la vida.
Continúa uno de los legados que por generación le fue inculcado. Esta semana, dedicó su trabajo a la Virgen de Guadalupe en las peregrinaciones y, montó un pequeño set con la imagen de la Guadalupana afuera de la parroquia de “San Bartolomé Apóstol”.
Conforme pasan las horas y a la espera de su primer fotografía del día, un reportero se le acerca para charlar. Doña Mica accede y enseguida relata cómo inició sus primeros trabajos. “He sido fotógrafa desde cuando yo tenía 24 años de edad, hasta la fecha, ahorita tengo 68”.
Para ella la fotografía es un arte, y así fue también para su padre, recuerda, mientras cambia la imagen de la virgen por la de Santa Claus, porque así se lo pidió un cliente.
Sus hermanos, Jesús –finado- y María, también continúan el oficio de su padre, porque los tres, desde los cinco años de edad aprendieron a revelar en el cuarto oscuro, como rústicamente se trabajaba la fotografía antes de llegar a los marcos de las casas.
“En la actualidad existen laboratorios a color, antes era a blanco y negro, se revelaba en los cuartos oscuros, y ya ahorita la fotografía va avanzada con toda la tecnología que tenemos ahora, pero siempre me a llamado mucho la atención el trabajo de la fotografía”, dijo, mientras enfocaba su cámara para tomar la segunda imagen del día.
Lo que más le gustó fue utilizar las cámaras fotográficas de rollo, ya que había una mejor calidad. De hecho, hasta la fecha lo hace.
“Era mucha calidad en cuestión de lo antiguo, ya que hay fotos que todavía tiene mi papá que tomó, intactas porque él las iluminaba, eran con pintura al óleo y además se les daba un toque muy fino a las personas, se les cambiaba los ojos de color si la persona quería, el pelo, vestuario, y ahora también la tecnología lo hace pero no es como un trabajo antiguo que era mucho mejor y de mayor calidad”, aseguró.
Indicó entre otras cosas que, los celulares cuentan con cámara de muchos megapixeles, y aunque cada vez hay mejores imágenes con los lentes de los equipos móviles, insiste en que nunca se comparará la calidad.
Además, la gente sigue pidiendo la fotografía impresa o ya enmarcada, porque aunque sus celulares o cumputadoras pueden estar repletos de imágenes, jamás las pueden lucir en las paredes de sus casas.
“En realidad no hay como tener su fotografía, porque todavía hay álbumes, hay cuadros, poliéster, donde se protege la foto”.
García Vargas tomó una y otra fotografía, cambió una y otra vez el escenario, y la gente se seguía acercando para retratarse con la imagen de la virgen o Santa Claus. Ella, en tanto, señala que tomar una fotografía no sólo es apretar el clic, sino hacer un buen encuadre, un enfoque perfecto y captar el mejor momento, el gesto más sincero.
“Se congela un momento”, dice, mientras sonríe apenada y acaricia su cámara con suavidad, demostrando su amor por el oficio, y gusto por su herramienta de trabajo. (Agencia Periodística de Investigación)