*** Quiere una mejor suerte que sus amigos de la infancia, quienes se encuentra muertos o desaparecidos
Bernardo Torres/API
Chilpancingo, Gro. 01 de Noviembre del 2018.- Huyendo de la crisis política y económica que se vive en Honduras, donde cientos de personas se encuentran muertas o desaparecidas a causa del actual régimen y buscando una mejor suerte en México, llegó Jefferson a Chilpancingo, Guerrero, tras cruzar la frontera con la caravana migrante hace dos semanas.
Jefferson Rodríguez, de 21 años de edad, originario de Juticalpa Olancho, una localidad de Honduras, llegó a Guerrero hace una semana, apoyado por organizaciones defensoras de Derechos Humanos, luego de culminar sus estudios de Bachillerato, con el sueño de continuar sus estudios.
“Primero Dios”, dice, una vez que regularice su situación legal en el país, pretende ponerse a trabajar, ahorrar y continuar sus estudios, una Licenciatura en Derecho, dado que en su país todas las puertas se le cerraron con la presente crisis económica y política que se vive.
Hasta hace unos meses, Juticalpa, del departamento de Olancho, era un lugar tranquilo, pero hace poco la reelección del presidente Hondureño, Juan Orlando Hernández, empezó el éxodo de las principales ciudades, como Tegucigalpa, arrastrando a las comunidades a la misma suerte.
“En mi lugar podía andar en la noche, ahora no, ahora hay nuevas personas que cambian todo, será que son de la presidencia, no sé, el narcotráfico se está viendo mucho, más que le subieron a todo, allá no hay quien cuide a las personas como Derechos Humanos, no existe la protección a civiles”, narra, sentado una banqueta del Zócalo de Chilpancingo.
Avanzada la conversación, narra la situación de país casi en automático, dado que a Guerrero llega apoyado también por los colectivos que buscan a personas desaparecidas, explica que en Honduras todo se oculta en los medios de comunicación, nadie se interesa por nadie.
Al enterarse de la caravana que partiría con destino hacia los Estados Unidos, no dudó en sumarse, sabía que el paso por México sería peligroso, pero tomó valor al saber que eran miles las personas y que de alguna forma se protegerían.
Cruzó la frontera a través del río Suchiate hace aproximadamente 15 días, en su caso dice no haber tenido problemas con las autoridades mexicanas y con sus documentos en trámite reitera “México es de lo mejor, no pensé que México fuera como es ahorita, prefería vivir aquí que en mi país, aunque también me gusta mi país, pero ahorita está en crisis”.
Reconoce que en la caravana hay personas que no venían al principio y que vienen provocando caos a su paso por Centroamérica, pero cree que se trata de infiltrados del gobierno para criminalizar a los migrantes.
—¿Porqué, te decidiste por Guerrero?—No sé, me imagino que Dios lo hace todo por algo, me pensaba quedar en Chiapas, pero, me salió venirme para acá, allá también me sentía bien.
Sus amigos, con quienes salió de Honduras, siguen en la caravana y hace una semana decidió venirse a Guerrero, donde en pocos días tendrá un encuentro con el Delegado de Migración en esta entidad y continuar sus trámites de asilo político, también con la ayuda de otros familiares que tiene en Estados Unidos.
Se siente agradecido con el trato que ha recibido por los guerrerenses, “todos me miran bien, allá en Honduras ni eso se puede hacer, sólo por mirar a alguien ya tienes problemas, más si te metes con el gobierno, uff, te desaparecen, allá no te buscan como aquí si te desaparecen, nadie vio nada”.
Ha llegado a Guerrero buscando correr una mejor suerte en México, que la que corrieron sus amigos de la infancia, de los cuales pocos sobrevivieron, o están muertos, o desaparecidos, “con el gobierno nadie puede”, lamenta. (Agencia Periodística de Investigación)