Edgar de Jesús/API
Acapulco, Gro. 08 de Noviembre del 2018.- Alrededor de 60 trabajadores de los Juzgados Penales ubicados en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Acapulco, pararon labores por más de cuatro horas y cerraron sus oficinas para exigir que en las instalaciones cuenten con persona de auxilio médico permanente, así como bonos de riesgo.
Los empleados de cinco juzgados penales, iniciaron el paro a las 08:00 horas donde participaron secretarios de acuerdos, administrativos entre otros, denunciando también malos tratos por parte de algunos jueces penales.
Los inconformes omitieron sus nombres por temor a represalias, pero indicaron que el miércoles una trabajadora de nombre Irma “N” se desmayó “por estrés laboral”, además de que convulsionó en los sanitarios de las oficinas, por lo que fue trasladada a un hospital para ser atendida de urgencia.
Denunciaron malos tratos por parte del Juez Quinto Penal, Alberto Aguirre Rivera quien por su parte señaló que la trabajadora que funge como secretaria actuaría, sostuvo una discusión con una usuaria y la servidora acudió al baño donde se desmayó.
Explicó que la usuaria, “en forma posterior interpuso una queja de manera personal al suscrito, en presencia de otros colaboradores del juzgado”, y aseguró que, “jamás he negado permisos sean de carácter personal o médico, a los compañeros que se encuentran adscritos”.
Poco antes del mediodía, a los juzgados acudió el presidente del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) Alberto López Celis, quien atendió a los trabajadores y le entregaron un pliego petitorio que contempla un bono de riesgo, servicios médicos permanentes y bono de antigüedad.
Los trabajadores levantaron el paro poco después del mediodía y reanudaron los trabajos, mientras el Presidente del Tribunal se comprometió a analizar el pliego petitorio y darles una respuesta. (Agencia Periodística de Investigación)