
🔴 Grupo criminal obliga a ciudadanos a parar las actividades económicas y sociales. Las calles amanecieron desoladas, la gente con miedo.

➡️ Este día, la ciudad de Teloloapan en Guerrero, luce desértica, desolada y con miedo. Comerciantes, transportistas y empresas trasnacionales han tenido que cerrar sus puertas derivado de presiones y amenazas de miembros de la delincuencia organizada y policías comunitarios, que buscan frenar el ingreso de otro grupo del narcotráfico.
La ciudad de Teloloapan se ubica en la Región Norte de Guerrero, justo a la mitad de Iguala y Arcelia, este último, municipio perteneciente a la Tierra Caliente. Representa un centro comercial y económico con la operación de una importante mina, y un punto central en rutas estratégicas que conectan con el Estado de México, la Tierra Caliente y Zona Norte de Guerrero, así como a la Sierra.

Presión del narco y control de la economía
Líderes del grupo criminal identificado como La Bandera (remanente de Guerreros Unidos), tienen el control de esta ciudad desde hace varios años, pero en el último par de años se convirtió en su bastión gracias a la barrera que ha instalado la Policía Comunitaria Tecampanera, con retenes en todos los accesos.
De esta manera, los policías ciudadanos que han olvidado la razón de su existencia (defender al pueblo), han servido para que el grupo en mención se afinque y tenga el control de absolutamente todo: transporte, comercio y servicios, así como la actividad minera, política e incluso social.
Según testimonios de pobladores recabados por este medio de comunicación, la policía tecampanera no sólo facilita las operaciones y control de este grupo criminal, sino que son parte de ellos, y a través de estos es que se controla a todos los sectores sociales y políticos, al grado de tener control incluso sobre el Gobierno Municipal.
Identifican como los principales líderes tanto de la policía ciudadana como de La Bandera, a Juan Carlos Flores Ascencio, alias “la beba”, así como a Marco Antonio Cortés Antunez, conocido como “el malilla”.
A pesar de ello, el Gobierno del Estado y el Gobierno Federal no han actuado para liberar a la ciudadanía de esta presión que está asfixiando a los pobladores, principalmente a comerciantes, transportistas y delegados de colonias.
Entre las denuncias que han hecho a este medio de comunicación, anónimas por temor a ser asesinados, los pobladores afirman que el día de ayer, los líderes de la Policía Comunitaria los estuvieron citando o llamando por teléfono, tanto a maestros, comerciantes, deportistas, campesinos, delegados y comisarios municipales, para que firmaran “un documento”.
En este, afirman, se exige el gobierno estatal la presencia de la Guardia Nacional, Ejército Mexicano y la Marina, supuestamente para que brinden seguridad a la ciudadanía, pero el trasfondo de todo esto, aseguran, es que se evite la incursión de sus contrario, el grupo delincuencial identificado como “Los Tlacos”.
“En realidad, lo que persiguen es blindarse de la presencia de otro grupo delictivo. Son liderados por la beba, estos delincuentes controlan los precios de todos los productos de la canasta básica así como los insumos de campesinos, albañiles, herreros, controlan todo aquí”, expresó una de las fuentes consultadas.
Más aún, aseguran que también tienen el control de la mina Capela, desde el sindicato de materialistas, transportistas del personal, transporte de mineral a Torreón, y más, pero también, la venta de carnes, frutas, y todos los productos de mercados, tiendas de abarrotes, etcétera.

Desolación y miedo
Otro poblador, informó a este medio que por la mañana citaron a la gente, “a las 8:00 de la mañana, para pedir que encabecen la toma de la carretera y parezca una manifestación ciudadana, cuando en realidad estos delincuentes están obligándonos al pueblo a protegerlos”.
Estas “peticiones” del grupo criminal son constantes, debido a que Teloloapan es el único municipio en el que aún tienen control, ya que su grupo rival los ha ido desplazando de toda la región norte, municipio por municipio, empezando por Iguala.
Ante el panorama, los pobladores han quedado en medio de una guerra de entre grupos del narcotráfico, que ya no sólo busca el control de la venta, distribución y trasiego de drogas, sino también de la vida económica, política y social.
Según las personas entrevistadas, este día también obligaron a los bancos, tiendas departamentales y comercios, a cerrar sus puertas.
Un reporte en el C-4 de Iguala, indica que en la sucursal del centro de BBVA Bancomer llegó un grupo de hombres armados, supuestos poicias comunitarios, que amenazaron y obligaron a los trabajadores a retirarse, bajo el argumento de que este día no brindarían servicio, pero sin explicarles el motivo.
Por ello hoy los comercios fueron cerrados y las calles lucen vacías, sin que hasta el mediodía hubiera intervención de las autoridades para reactivar las actividades económicas.
En tanto, la Policía Comunitaria Tecampanera mantiene retenes en todos los accesos a la cabecera municipal, incluso los han reforzado ante el temor de que los tlacos logren entrar.
En uno de los retenes se puede observar una manta en la que se afirma que en Teloloapan “existe la paz que permite la cooperación, el libre tránsito y el respeto a las garantías individuales”, contrario a lo que pobladores han denunciado ante este medio de comunicación.
El miedo y la desolación son evidentes en Teloloapan, donde los precios de productos, incluidos los de las grandes trasnacionales, dependen de la imposición del narco.
✍️📸 Texto e imágenes de Jonathan Cuevas | API Guerrero